A la MUJER…
(Soneto de Jorge María Ribero-Meneses)
Cuando el Amor es grande, es indulgente,
pues, ¿cómo amar sin fe y sin indulgencia,
sin darle a la Mujer la preeminencia
de un trato cuidadoso y deferente?
El hombre de verdad es reverente
y cultiva la flor de la paciencia
para que la Mujer, sin exigencia,
pueda crecer y hacerse libremente.
Amar a una mujer es comprenderla
y hacer causa común con su albedrío,
probándola quererla al entenderla
y dándole calor si tiene frío.
Amar a una mujer es protegerla…
y entronizar el “tuyo” en vez del “mío”.
(Soneto de Jorge María Ribero-Meneses)
Cuando el Amor es grande, es indulgente,
pues, ¿cómo amar sin fe y sin indulgencia,
sin darle a la Mujer la preeminencia
de un trato cuidadoso y deferente?
El hombre de verdad es reverente
y cultiva la flor de la paciencia
para que la Mujer, sin exigencia,
pueda crecer y hacerse libremente.
Amar a una mujer es comprenderla
y hacer causa común con su albedrío,
probándola quererla al entenderla
y dándole calor si tiene frío.
Amar a una mujer es protegerla…
y entronizar el “tuyo” en vez del “mío”.
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